Un día me pregunté:
Donde van… las palabras que callamos,
los sueños no cumplidos,
los deseos reprimidos,
las caricias olvidadas,
la ternura de un simple… te quiero.
Quizás las encuentre alguna tarde
navegando perdidas,
entre las olas de la esperanza,
bajo la arena de nuevas oportunidades,
ancladas en alguna orillas de playas lejanas,
entre mis recuerdos pendientes.
Iré entonces
desplegando mis velas
a surcar mares tempestuosos
y amarrada de tu mano
me detendré a buscar mi nueva vida,
porque en el inmenso mar
siempre habrá una isla
de las posibilidades,
para recuperar en ella
el tiempo perdido
y el amor que nunca muere.
Roxana d´Empaire
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