sábado, 11 de julio de 2009

A TI...



A ti…
que eres la rosa blanca y pura
la del perfume único y perfecto …
A ti,
Madre amada del cielo
cubierta de un aura límpida y pura
ejemplo de vida, de entrega y amor.
A ti,
Reina soberana
susurro de nuestras plegarias
que pronta eres en transmitir
a tu Hijo muy amado
todas nuestras angustias y necesidades.
A ti,
Madre adorada,
que te encuentras en el cielo rodeada de ángeles
que no cesan de proclamar tu fidelidad a Dios.
A ti,
llena de gracia,
que acunaste al Hijo de Dios
entre tus maternales y protectores brazos
e hiciste siempre su voluntad.
A ti,
bendita y fiel Madre de la paz
líbranos de todo mal.
Y en los tiempo difíciles,
guía nuestros pasos
hacia la obediencia y voluntad
de nuestro Señor Jesucristo.

Amén.
Roxana d Empaire

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